De la mano de Marco Gastón, todo parece más sencillo

Parecería, por momentos, que el COVID, la edad y los amagues de querer cambiar los botines por una caña de pescar no fueron influyentes en el rendimiento que está teniendo el actual goleador del canalla. Pero eso lo vamos a dejar más para adelante. Ahora nos toca retomar algunas impresiones que dejó la Kilyneta, en el sur bonaerense.
Los relatores, durante gran parte del partido, se cansaron de decir que el partido era relativamente entretenido. Y si, eso es real. Tan real como que Central jugó un primer tiempo pésimo, donde solo el tanto del empate de su goleador sirvió para salvarlo. Porque, por momentos, defendía decididamente mal pero atacaba con toda la furia.
“No tuvimos un buen primer tiempo, especialmente porque cometíamos errores y no estábamos con la intensidad que teníamos que estar”, esa fue la principal autocrítica que tuvo el técnico auriazul con respecto al flojo desempeño de sus jugadores en el primer tiempo.
El segundo tiempo pintaba peor porque, a los 16 minutos, se iba expulsado Emiliano Vecchio -de flojo partido- por doble amonestación y se perderá el próximo cotejo. Pero la desventaja numérica sólo duró diez minutos, porque luego se iría Giuliano Galoppo por la misma vía. Si le tenemos que destacar a este equipo que comanda el Kily, sin duda alguna, es la actitud que le pone: pese a ir igualados en el marcador y con uno menos, nunca bajó la guardia y siguió jugando como si nada; y vaya que ese esfuerzo valió la pena. Cuando se moría el partido, Ruben conectó un pase raso de Alan Marinelli debajo del arco para ponerle cifras definitivas al match.
Con este partido, los de Arroyito volvieron a ganar en una cancha en donde registraron muy pobres resultados en las últimas tres décadas. El bebote, como les comentaba al inicio de la nota, se vistió de héroe y mira de reojo al Matador: suma 91 tantos en la tabla histórica y está a tres de igualar a Mario Alberto Kempes como segundo goleador histórico en el profesionalismo del canalla. Quien dice, y porqué no, que puede conseguir los ocho para superar a Waldino Aguirre (98) y llegar a los cien. Ese, parecería, es el objetivo individual del ídolo contemporáneo; luego está el colectivo, que es jugar una copa internacional.
https://youtu.be/i5QSaVtDrK8
Próxima parada para la kilyneta: San Lorenzo, el 20 en Arroyito.